Solemnitat de Crist Rei. 24-11-2003.
Veritat en sentit
estricte i ample.
Jesús va iniciar la seva predicació
parlant del Regne de Déu. Sant Pau en la seva carta als cristians de Colosses
argumenta, avui, que entrem a formar
d`aquest Regne gracies al “rescat”, axó
es, al “perdó dels nostres pecats”.
A aquesta visió realista del poeta, Bossuet
respon: “La veritat es tant forta que ni morint mora”. Dugués reflexions serioses.
Tota veritat tendeix a surar, com
la mar malda per purificar-se sens fi, però la tempesta de l`ignorància, de la manipulació,
de tot tipus de limitacions humanes, incideixen en que tant les veritats purament naturals com les eternes, resultin
difícils de descobrir i posseir.
Seguint l`estrella de la fe, que com algunes
vegades hem dit està subjecta a les vicissituds del dubte, que la llibertat
permet, una vegada, retrobada l`Estrella, ens afermen en la certesa
que ens alegra la vida.
Cristo Rey 24-11-2013
“Pilatos le dijo : ¿con que tu eres Rey”?. Jesús
contestó: “Tu lo dices, soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido
al mundo; para ser testigo de la verdad”. He ahí como Jesucristo con esta
escueta respuesta pronunciada en momento
tan trascendental de su vida, identifica su reino y su misión con la verdad.
“Yo soy el camino, la verdad y la vida” había aclamado en otra ocasión. “Los
que son de la verdad escuchan mi voz” ponderará, ante Pilatos, quien, en su
escepticismo respondería “¿Y qué es la verdad?”.
La verdad, nada más necesario, más valioso, más
precioso, pero nada, tampoco, más alejado del común denominador de la gente.
Dios, verdad suprema, que se manifiesta en pequeños reflejos, pequeñas luces,
pequeñas emanaciones de la verdad eterna. A través de las manifestaciones
aparentemente pequeñas de la luz, podemos llegar, siguiendo su rastro, al
Creador, al sol de la verdad, de donde emanan todos los rayos.
Lope de Vega escribió: “Dijeron que antiguamente se
fue la verdad al cielo. Tal la pusieron los hombres que desde que se fue no ha
vuelto”. Si en todos los tiempos y circunstancias ha sido difícil tener,
retener y disfrutar de la verdad. Esta visión realista de Lope de Vega se
contrapone a otra famosa frase del orador Bossuet en relación a la fuerza de la
verdad en si misma cuando dice de ella: “La verdad es tan fuerte que ni
muriendo, muere”
Será preciso continuar junto a Jesús para llegar a
conocer la equivalencia de la verdad de la que él afirma haber venido a dar
testimonio. Será preciso seguir sus pasos, seguir su pasión, para encontrar la
suprema relación y concreción de lo que es la verdad. Tendremos que acompañar a
Jesús hasta el mismo Calvario para saber que verdad es sinónimo de Paraíso, de
Cielo. “Jesús acuérdate de mi cuando llegues a tu reino”, dirá, orará Dimas, el
buen ladrón.
Si Cristo es Rey, si afirma que su reino es la verdad
y a la petición del buen ladrón responde desde la Cruz : “Hoy mismo estarás
conmigo en el Paraíso”, esto demuestra que la verdad es el Paraíso, esto
demuestra que su reino de verdad y de vida, de santidad y de gracia, de justicia,
de amor y de paz, que su reino es el Paraíso, hacia el que nos encaminamos,
como en penumbra, durante el transito, hasta que saldremos del túnel del mundo
que vio alejarse la verdad y lleguemos al Paraíso, al Cielo
La solemnidad de Cristo Rey, que hoy celebramos en la
última dominica del año litúrgico, y como signo de que el año, o la vida, o la
historia terminan en el Paraíso, es una fiesta que debería serenarnos
espiritualmente, en cualquier edad, circunstancia y problemas en los que nos
veamos insertos. Nuestro Reino no es de aquí; aquí, ciertamente se inicia, como
camino y guía. Es preciso valorar todo el proceso de nuestra vida en la segura,
cierta y consoladora visión del Paraíso, donde el Reino de Dios, la Verdad , llega a su
exuberante plenitud.
Dr. Francesc Tort Mitjans, Sant Pau del Camp.
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